El otro sexo.
“No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados.
Si pudiera, le diría que se vaya;
pero tengo una mujer atravesada en la garganta.”
Eduardo Galeano
Mujeres. Una o varias. Representadas al infinito.
Nueve retratos femeninos que dan cuenta de una búsqueda constante, interminable. Intentos vanos por hallar aquel que de cuenta de la totalidad, que nos restituya la imagen del primer retrato. Imposibilidad, no por falta de técnica o sensibilidad artística, lo que escapa es el objeto, ese otro que huye cuando queremos aprehenderlo.
Una ausencia pone las obras en movimiento y las hace jugar. Hay una imagen que falta, la niña, para siempre invisible a nuestra mirada. Aquella imagen que puede pensarse como el origen, el inicio de la serie, ha sido extirpada. Emerge entonces el enigma de la obra que genera nuevas representaciones. La multiplicidad como contrapartida.
Los retratos que constituyen la muestra de Agustín Malagamba dan cuenta de esa búsqueda, alcanzar el objeto, capturarlo y sacar de él algo nuevo cada vez.
Ella no es ni la que está de espaldas, tímida, ni la que aparece gigante y se eleva sobre nosotros, ni la que se muestra de frente dispuesta a todo, ni la inocente con rostro de ángel. Todas o ninguna. Retratos cargados de sentimiento, rostros marcados por el trazo pesado del grafito, el misterio que envuelve a la mujer es quizás hoy más pertinente que nunca. En cada una de las pinturas aparece un rasgo singular y a su vez ese universal que las convoca, la pregunta por el otro, sexo.
Victoria Dursi