Poesía, plástica, literatura y música, se reunieron el sábado 30 de abril en el Centro Político Cultural Balvanera para la inauguración de Un ansía de gruñido, la exposición de poesía visual de Luis Giménez, que reúne obras del artista desde el 2009 al 2011 inclusive. Cuadros creados a partir de fragmentos, de recortes de revistas, trozos de papel arrancados de diarios, en los que encontramos restos de hilo y enhebradores de agujas, producen una sintaxis de colores, texturas y formas que se reúnen en una especie de collage con influencias vanguardistas. Las frases se dividen en palabras y éstas en sílabas hasta quedar letras sueltas, patas para arriba, sin una gramática que las convoque. Lo que a simple vista puede parecer un juego se devela luego como una continua búsqueda de lo imprevisto.
La obra de Luis Giménez se nos presenta entonces temperamental, una lucha constante contra el sentido manifiesto y el orden de las cosas. Una embestida contra el lenguaje, un intento de liberación. El sinsentido queda flotando.
Con un marcado impulso experimental Luis Giménez configura su obra desdibujando los límites entre aquello que pertenece a una u otra esfera del arte. Transitar de un lado al otro para librarse de las ataduras de los géneros parece ser su especialidad. La obra expresa rebeldía, y exige esa misma libertad para quien quiera observarla. Probablemente incomode, pero es este “ansia de gruñido” el que se espera muchas veces del arte y que ahora puede visitarse hasta el 22 de mayo en la sala del Centro Político Cultural.
Por Victoria Dursi
